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domingo, 23 de diciembre de 2018

La Navidad de hoy

Es una pesadilla hoy en dia, una celebracion forzada para los que son parte de la religion cristiana para celebrar a un muñeco de ceramica al que tratan como si fuera real para que les de su bendicion. Dejando de lado el verdadero significado de la navidad que es estar en paz y amor con la familia, las enseñanzas de Jesus se deja de lado para hacer todo lo contrario.

Esta fiesta nos mata economicamente ya sea que estemos enfermos, sin plata, con depresion tenemos que instalar una celebracion no autoctona que consta de poner luces molestas que fastidian el sueño de las aves, un arbol de plastico que fastidia armar para que solo este un par de semanas y comprar regalos que haran que nos odien todo el año porque no es algo que querian o que puedan usar, en el peor de los casos no falta el familiar que dice que no te regalo nada porque te odia arruindadote el higado porque se alimenta de tu sufrimiento y  luego nos atiborrarnos de comida para estar enfermos al dia siguiente, dejando de lado la alimentacion sana.

El estress de la navidad nos llega a todos desde estar peleando por espacio en las calles para comprar regalos o tener que luchar por comprar un pavo barato ya que los inescrupulosos vendedores le suben el precio a todo.

Esta fiesta es tan destructiva con el ambiente, genera toneladas de basura por envases de comidad y objetos, que apestan las calles. Ademas de la masacre masiva de animales que van desde pavos, pollos, cerdos, vacas, ovejas y otros pobres indefensos ya que sin sangre no hay navidad.

Luego de la fiesta es tanta la basura que no hay suficiente mano de obra para reciclar, los botaderos terminan llenos para alimentar a millones de ratas y aves que esparcen enfermedades, con todos esto podriamos decir que la navidad celebra los pecados capitales desde la gula, la codicia, la envidia, la ira, la lujuria, la pereza donde siempre hay alguirn que no se levanta ni un dedo para ayudar a poner la mesa y el orgullo de fregar al mundo con acresentar el consumismo que nos vuelve unas maquinas destructoras del ambiente.

La cena navideña pude ser un mar de lagrimas o peleas ya sea por un pariente muerto al que extrañan o algun alcoholico que dijo algo que a un familiar y comienza la pelea.

Ademas esta la estupida tradicion de tirar cohetes que mata del susto a las aves y los niños autistas tienen que ponerles algodones porque el ruido los lleva hasta perforarse los timpanos que les hasta les ha producido la muerte, para ellos la navidad es sufrimiento.

Nuestra falta de humanidad hace que poco nos importe la gente enferma y pobre muere en las calles en navidad, esta gente no recibe ni un pan, mientras nosotros celebramos nuestro egoismo.

La navidad nos vuelve consumidores para comprar basura y tener que ver a parientes que solo vemos una vez al año luego los olvidamos el resto del año, la navidad es una forma de compensar lo frios e indiferentes que somos con quienes nos dieron la vida y nos cuidaron como un tesoro pero que ahora tratamos como una molestia del que esperamos que ya se muera.

No celebren esta estupides que sea un dia como como cualquier otro y apreciemos a nuestros familiares todos los dias, saliendo juntos al campo, reciclando y siendo prudentes en nuestra alimentacion, dejando de lado el materialismo.

sábado, 18 de octubre de 2014

El señor de los milagros y sus contaminadores seguidores





El señor de los milagros es una de tantas festividades que alaba a una divinidad cristiana, es cierto que existe la libertad de religión pero existen reglas sobre el cuidado de las calles lo cual no se respeta en dicha fecha.  Lo peor es la increíble cantidad de contaminación que se produce, desde quemar miles de inciensos, hasta echar papeles, globos, restos de plásticos, botellas y demás subproductos del petróleo. Hace que esta festividad sea una de las que más desperdicios produce aunque claro no tanto como la Navidad, no es de sorprender que las festividades que más contaminen estén ligados a la celebración de algún santo o deidad de la ideología cristiana ya que eso parece incentivar el consumismo.

No es cuestión de levantar la basura que es lo que se hace siempre sino de ya no hacer dicha procesión o al menos hacer un recorrido más corto.

Ademas no tienen porque adornar todo con morado, esa es una nueva tendencia que ahora los fieles mas jóvenes quieren imponer y resulta en mas desperdicio, ya que al final todo es botado a la basura sin posibilidad de reciclaje.

Muchos pensarían que por esta procesión y cierre de calles habría menos autos pero es todo lo contrario ya que por la misma celebración hay mas trafico.


También es importante señalar que esta festividad se está extendiendo a otras provincias del Perú, volviéndose otro dolor de cabeza y produciéndose una gran cantidad de basura.

También lo gracioso de esto es que sus seguidores han volteado los conceptos de la cristiandad tradicional para hacer de ella una versión mas parecida a las culturas antiguas de los incas donde se hacían procesiones del inca el cual era alabado por el pueblo. Donde se comía y bebía en exceso. Lo cual también se hace en esta celebración y los sacerdotes no parecen hacer nada para evitarlo. Según la biblia a Jesús no gustaba de las celebraciones ostentosas, sobre todo de hacer negocio con la imagen de Dios, pero que sorpresa, aquí se hace eso mismo. Sobre todo en la biblia nunca Jesús pronuncio un color como si fuera algo sagrado, el era un hombre sencillo y humilde que nunca busco que la gente encontrara simbologias físicas como colores, cruces o rosarios pero aquí se disfraza la gente de morado incluso a los niños el cual estaba mas relacionado con la forma antigua de vestir de los romanos ya que era un color muy preciado propio de la gente rica. Usar túnicas blancas seria mejor porque no usa colorantes peligrosos que contaminan.

También a pesar que se recuerda la muerte de Jesús es el día que mas carne se come sobre todo el anticucho (corazón de vaca en una vara) ademas de otras carnes a la parrilla, esto la diferencia de la cuaresma donde no se come carne por respeto a los deseos del señor por no hacer mas sacrificios de animales y donde también se recuerda la muerte de Jesús en otras palabras esta se convierte en un fiesta de sangre y muerte de miles de animales para llenar los estómagos de sus seguidores, que como ya sabemos la crianza de animales es el mayor problema ambiental del mundo.

Bueno con todo esto creo que la gente debe modificar esta festividad o al menos celebrarla personalmente sin molestar a el medio ambiente.


miércoles, 30 de abril de 2014

WWF en contra del medio ambiente



En una verdadera lastima que otra vez la WWF siga atentando contra el medio ambiente, ahora de la mano con Uniliver.

Ambos al mismo tiempo que se hacen una propaganda para verse como ecologistas pero muchos no saben o simplemente desconocen que Uniliver sigue con la deforestación de muchas selvas para materia prima de sus productos. Es por eso que de manera muy conveniente están vendiendo "bolsas ecológicas" que de ecológicas solo tienen el nombre porque están hechas de plástico, las cuales necesitan mucha agua para su fabricación ademas del petroleo que en la actualidad esta destruyendo muchos ecosistemas marinos y terrestres en todo el globo.

El ministro británico de Medioambiente, Phil Woolas, publicó en el The Mail on Sunday un artículo sobre el despilfarro de agua en el que, entre otras cosas, decía: "En el proceso de producción, se requieren siete litros de agua para fabricar una simple botella de litro de plástico. Y muchas de las botellas terminan en nuestras calles, ríos y canales, creando una vorágine de botellas y otros residuos plásticos que se arremolinan en nuestros grandes océanos". ¿Para asustar? Pues parece que se queda corto. Su ecuación, siete litros para una botella de uno, palidece frente a las que lleva tiempo contando, para fabricar un vaso de 15 mililitros hacen falta 10 litros de agua. Para una botella de un litro se necesitan 80 litros; para envolver en plástico un bocadillo, ocho litros y solo pongámonos a pensar cuanto de agua necesitarían varias toneladas de plástico para su posterior uso. 

Pongamos, por ejemplo, que asisten ocho invitados al cumpleaños de su hijo; en total: nueve personas con el homenajeado. Comienza la lista del desastre: nueve vasos de plástico (90 litros de agua: 10 para la elaboración de cada uno); un plato de plástico para cada celebrante más seis para distribuir la comida a lo largo de la mesa (15 platos, a 18 litros de agua por plato: 270 litros); cubiertos de plástico, a dos por cabeza: 18 (108 litros de agua). En total y como mínimo son 486 litros de agua desperdiciados, que podrían haberse ahorrado sustituyendo el plástico por vasos y cubiertos de acero inoxidable, una alternativa muy recomendable a la consabida y omnipresente botellita de plástico: "Los termos de acero tienen una vida casi infinita, son irrompibles y preservan el agua de la luz, además de mantenerla en perfecto estado y fresca. Por eso, el acero es lo mejor".

Hace unos meses y en vista de que "las nuevas generaciones, que han vivido siempre en la opulencia, se han olvidado del significado y la importancia del ahorro", se ha denunciado el monstruoso gasto de agua que genera la industria del plástico intentando paliar el vergonzoso silencio mediático que, ni siquiera en el tiempo del cambio climático, se preocupa por este tema: "La cosa está muy clara. A nadie le interesa que la gente sepa. Hay multitud de intereses económicos en juego: por una parte, el de las petroleras (sólo en España, se consumen más de 330.000 barriles para la fabricación de botellas de agua) y por otro, el de las marcas de agua embotellada, que fomentan la moda creciente (en la década de los 70, se ingerían 1.000 millones de litros de agua al año en el mundo; hoy, la cifra ha aumentado hasta los 155.000) de beber agua mineral, que supuestamente es más sana".

Y no le falta razón: el agua embotellada deja en ocasiones mucho que desear, hasta el punto de que en ciertas zonas geográficas sería mucho más saludable consumirla del grifo. Según el prestigioso científico alemán William Shotyk -y tal como ya publicó Crónica en marzo de 2006- los envases de plástico no sólo contienen agua y refrescos, sino también niveles excesivos de antimonio, un metal altamente nocivo para la salud que poco a poco se va mezclando con el líquido provocando tras su ingesta vómitos y desarreglos en el sistema nervioso, entre otros trastornos para la salud.

España es el cuarto país consumidor de agua mineral (las cifras se han incrementado en un 80% en la última década) y el noveno productor de agua embotellada en Europa, hasta alcanzar una media actual de unos 170 litros por habitante y año. Sin embargo, es mucho lo que los consumidores desconocen; por ejemplo, que las tres cuartas partes de las botellas disponibles en el mercado contienen simple y llanamente agua del grifo purificada y a la que se llegan a añadir ciertos elementos para poder etiquetarla como mineral.

Tampoco sabe el consumidor medio que sólo el 3% del agua existente en el planeta es agua dulce; es decir, apta para el consumo, por lo que, si se requieren 2.000 litros para fabricar un kilo de plástico (40 litros van sólo en una botella de un tercio de litro), cada español desperdicia indirectamente 13.600 litros de un agua que, tras el proceso de fabricación de las botellas, queda prácticamente inservible.

Pero a todas estas cifras vertiginosas habría que añadir muchas más, porque no sólo de agua embotellada vive el hombre. Desde que nos levantamos y hasta que nos acostamos, nuestro consumo de plástico es irracional y, muy a menudo, frívolo e innecesario: el plástico está presente en el tetra brick de leche, en el embalaje del pan de molde para la tostada, en los artículos de higiene (botellas de champú y gel, cosméticos, cepillo de dientes ), en las perchas de las que colgamos la ropa, etc.Es decir, cada día y antes de salir de casa, hacemos un flaco favor a la naturaleza y nos lo hacemos por ende a nosotros mismos, que dependemos del agua como fuente esencial de vida. Pero dejando a un lado los motivos ecológicos y agarrándonos al bolsillo, el agua mineral constituye una nueva aberración en cuanto al precio: 100 metros cúbicos de agua del grifo cuestan tanto como un litro y medio de agua embotellada. Con todo y aunque España sea uno de los países europeos con el precio más bajo de agua doméstica, parece que las estrategias de márketing han hecho más mella en la población que el precio de oro al que nos venden un agua por otro lado muy similar a la que utilizamos en la ducha o para lavar los platos.


A día de hoy, los embalses de España están al 44% de capacidad: un 14% menos que en 2007. En la costa levantina, la situación es agónica: no rebasan el 21%. Además, las calidades del agua en ésta y otras zonas del país dejan mucho que desear: son aguas duras, con exceso de cal y, cerca del mar, aguas generalmente desaladas, lo que les confiere un sabor poco apetecible para los paladares. Precisamente es la calidad del agua lo que más nos impulsa al consumo de la embotellada. Por eso, José Luis propone a las administraciones públicas hacer fuertes inversiones en el saneamiento de tuberías, depuradoras y demás infraestructuras hídricas.

En 2007, la alcaldía de Nueva York impulsó una campaña a favor del consumo de agua del grifo. Ese mismo año, el consistorio de San Francisco prohibió a las instituciones públicas comprar agua embotellada y en San Sebastián repartió jarras para agua en los establecimientos hosteleros de la ciudad, con el lema "¿El agua? En jarra, ¡naturalmente!". La semana pasada, el Ministerio de Medioambiente británico inició una campaña apoyada por un documental que emitirá mañana la BBC bajo el título Agua embotellada, ¿quién la necesita?, en el que se afirma, por ejemplo, que la producción de un litro de agua Evian o Volvic genera 600 veces más CO2 que el agua del grifo.

Ahora una campaña opuesta que se esta dando en todos los supermercados peruanos y del mundo, es de incentivar el consumo de plástico, incluso con campañas engañosas como “Pon de tu Parte”, iniciativa liderada por el Ministerio del Ambiente, AVINA, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, ECODES, IPES, la Municipalidad Metropolitana de Lima y "Ciudad Saludable" y claro Perú 2021, donde muy aparte que muestran para donde van los objetivos monetarios de muchas entidades del estado, también es una forma de disfrazar los problemas medioambientales que atraviesa nuestro país.
Cabe destacar que actualmente, los supermercados Plaza Vea, Vivanda, Metro, Tottus, Santa Isabel, entre otros, cuentan con muchas sucursales en todo Lima, y algunas de estas empresas en otros departamentos y solo tratan de incentivar el consumo masivo de plásticos ya sea con promociones de 2 por 1 o del 50% de descuento e inclusive por paginas como el tewter o facebook, donde dan una imagen encantadora y necesaria del consumo de productos envueltos en plastico y mas plastico.

Ya es hora que cada uno ponga realmente de su parte y eso es simplemente cambiando nuestra forma de consumo asi como buscando alternativas al plastico o simplemente no usarlo. Eso comienza en casa, ya sea los niños educando a sus padres o viceversa que seria lo ideal. Durante miles de años hemos vivodo sin el plastico y ahora no podemos ser tan deperndientes si queremos forjarnos un mejor futuro.

El secreto del Señor de los Milagros

En forma breve la primera pintura sobrevivió a un sismo de 6 grados no de un terremoto en noviembre y fue pintado 5 años antes, la gente le ...